Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Pen and Pencil

(Ven, 1985, Lassington en Alfanje por Native Charger)

Por Fernando J. Gil

 

La castaña Pen and Pencil irrumpió en la escena hípica nacional dejando su huella en los aficionados a las carreras, le pueden preguntar a mi amigo Víctor Marín Yzer, al que dedico este trabajo. Nació el 16 de mayo de 1985 en el Haras La Giralda, adquirida por el Sr. Ricardo Cova para lucir los colores del Stud Aura C. Fue enviada a la cuadra del entrenador de purasangres de carrera Jesús Eduardo Benedetti quien se encargó de su doma y entrenamiento.

 

 

Pen and Pencil debutó el 24 de enero de 1988 en el Hipódromo La Rinconada con la monta de “El NegroJesús Márquez, quedando cuarta a 6 cuerpos de Lady Sterling.

 

Reapareció el 22 de mayo con la conducción de “El ZancudoArgenis Rosillo donde demostró su potencial al conseguir un importante triunfo en distancia de 1300 metros con ventaja de 11 cuerpos sobre Virtuosísima, dejando crono de 81” exactos. El 4 de junio obtuvo su segundo triunfo con otro galope de 11 cuerpos sobre Guariqueña, dejando crono de 98”2 para la clásica milla.

 

Rápidamente fue escalando de categoría, consiguiendo su tercer triunfo el 26 de junio convirtiéndose en una fuerza a tener en cuenta, aventajando a Candy Rose con 6 ¾ largos de diferencia y agenciando 113”3 para los 1800 metros. El 9 de julio demostró su clase al vencer a Admiración con ventaja de 5 ¼ cuerpos recorriendo los nueve furlones en tiempo de 115”2. ¡Sus triunfos eran aplastantes!

 

El punto cúspide llegó el 7 de agosto con el Clásico Coproca, donde Pen and Pencil enfrentó a la doblecoronada Luna Pier. Si bien no pudo continuar la racha de victorias, obtuvo el lugar de escolta decorosamente. A la semana siguiente regresó al lote común pero su desempeño fue decepcionante, fracasando al quedar en el quinto lugar a 15 cuerpos de Estela Rosa.

 

A pesar de la derrota, fue inscrita en los dos kilómetros del Gran Premio Nacional con la monta de Rafael Bravo Gómez donde salió a luchar la punta con Llamarada, pero antes de los 1000 metros finales comenzó a perder posiciones para terminar última muy lejos de la ganadora Luna Pier. En su momento se tejieron dos rumores con respecto al fracaso estrepitoso de la hija de Lassington: el primero era respecto a una lesión que hizo crisis en plena carrera y el segundo un supuesto envenenamiento por parte de manos criminales (un dato interesante: en el Clásico Coproca registró peso físico de 425 kilos y en el Gran Premio Nacional 407 kilos, una diferencia de 18 kilos). Al final, nunca logré confirmar cual fue la verdadera razón de su fracaso. Lo único cierto fue que no corrió más durante el resto del año.

 

Pen and Pencil reapareció el 8 de abril de 1989 con la monta del jinete Rafael Bravo Gómez en recorrido de 1600 metros figurando tercera a 1 ½ cuerpos de Terecaya en excelente exhibición, que avizoraba un futuro cosechando resultados positivos, pero su desempeño en el Clásico Día del Trabajador no fue lo esperando que quedar novena a 16 cuerpos de Red Love. A la semana siguiente corrió ante el lote común, pero no mostró mejoría al quedar quinta a 12 cuerpos de Maryll. Apenas corrió tres veces ese año plagado de problemas físicos.

 

El año 1990 fue su última temporada en las pistas, ahora bajo el entrenamiento de Armando López García, reapareciendo el 21 de enero sin pena ni gloria llegando a 24 cuerpos de Blaugrana. Pero Pen and Pencil en los trabajos matutinos daba señales de mejoría y en su siguiente presentación buscaron la monta de “El negrito de San JoséJuan Vicente Tovar, pero el resultado fue igualmente decepcionante al quedar a 17 cuerpos de Spanish Flower.

 

Buscando nuevos horizontes, Pen and Pencil fue enviada al Hipódromo de Santa Rita, siendo recibida por el entrenador Nelson González. Reapareció en la noche del 28 de marzo en marco de los 1400 metros de la Copa Rafael Ortiz con la conducción de Críspulo Bravo donde en gran actuación escoltó a la campeona zuliana Que Calor a 1 ½ cuerpos. Dos semanas después participó en el Clásico Hipódromo La Rinconada donde decorosamente finalizó tercera a 5 ¾ cuerpos de Que Calor.

 

El 24 de abril regresó al lote común donde saboreó las mieles del triunfo superando con ventaja de 4 ½ cuerpos a Fabienne parando los relojes en 92” flat para los 1500 metros. Pero la hija de Lassington nunca pudo recuperar la chispa de hace dos años. Corrió cuatro veces más sin dejar de figurar en el marcador y su carrera culminó el 13 de junio luego de ocupar el cuarto puesto a 4 ½ cuerpos de Tomboy.

 

A lo largo de su accidentada campaña pistera, Pen and Pencil participó en 20 carreras logrando 5 victorias, además de 2 segundos, 4 terceros, 3 cuartos y 2 quintos, acumulando en premios Bs. 838.270. Cumplió papel como yegua madre, inicialmente en el Haras San Isidro y luego al Haras Francis Drake, destacando por intermedio de los ganadores Icelo, Jurupari y Feng Shih. Aunque su paso por la escena nacional se caracterizó por la intermitencia, su capacidad para rendir al máximo en las distancias largas dejó un grato recuerdo entre los hípicos venezolanos.

 

Fuentes: Ing. Juan Macedo, Sr. Víctor R. Marín Y., Revista La Fusta

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, domingo 30 de junio de 2024

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