Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Morriña

(Ven, 1983, Western Front en Luffer por Al Hattab)

Por Fernando J. Gil

 

La tordilla Morriña, nacida las praderas aragüeñas del Haras Tamanaco el 10 de enero de 1983, se convirtió en una de las figuras más destacadas de su generación gracias a su capacidad de adaptación a diferentes distancias y condiciones de pista. Con un palmarés envidiable y una trayectoria repleta de emociones, Morriña dejó una huella en el corazón de los aficionados a las carreras de caballos. Fue adquirida por el Sr. Julio Nogueira Morillo para lucir los tradicionales colores del Stud Tía Pola, cediendo su cuido y entrenamiento a Don Antonio Algarbe.

 

Desde su debut el 5 de mayo de 1985, Morriña con la monta de “El MudoJesús Rodríguez demostró un talento innato causando buena impresión al ganar la primera carrera para potrancas dosañeras con ventaja de 5 ¼ cuerpos sobre Miss Marta, agenciando 46”1 para los 800 metros. Corrió seis veces más durante ese año sin saborear las mieles del triunfo, pero logrando buenas figuraciones como un segundo detrás de Doña Yola en la Copa Agustín Hernández y un cuarto a 5 cuerpos de Doña Yola en el Clásico Edgar Ganteaume. En su última salida como dosañera (en el Clásico Ciudad de Caracas donde figuró sexta a 6 cuerpos de Tropic Lady) llegó sentida de una de sus manos.

 

Tras un largo proceso de recuperación, Morriña reapareció el 17 de agosto de 1986 con la monta de Ángel Francisco Parra dominando la carrera desde temprano logrando clara victoria de 2 cuerpos sobre Maui agenciando 81” exactos, iniciando una racha impresionante que continuó el 31 de agosto cuando estuvo luchando la carrera desde el inicio de las acciones, dominando tempranamente para venirse en punta hasta la raya en gran labor de Ángel Francisco Parra, superando a Really Reason con ¾ cuerpo y crono de 80”4 para los 1300 metros.

 

Dos semanas después Quick Action atropelló con fuerzas y logró superar a Morriña con apenas ¾ cuerpo, siendo esta actuación la pausa en la racha de triunfos que retomaría el 4 de octubre con la monta de Rubén Huerta imponiéndose con un cuerpo de ventaja sobre Lady Altiva y registro de 73”1 para los seis furlones.

 

El 18 de octubre Morriña logró ganar de punta a punta contando con una buena conducción por parte de Ángel Francisco Parra, cruzando el disco en ganancia con 2 cuerpos sobre Altanera y parando los relojes en 87”2 para los 1400 metros. Dos semanas después la tordilla hija de Western Front ganó con 4 ½ cuerpos de ventaja sobre Carifana recorriendo los 1300 metros en 80” exactos. El 22 de noviembre participó en la Copa Patois corriendo al comienzo en pos de la veloz Watery y en los 600 metros finales la desbordó para desprenderse después en la delantera, concretando el triunfo en crono de 86” exactos para los 1400 metros con ventaja de 3 ½ cuerpos sobre Thámesis.

 

El 29 de noviembre se escenifico la Copa Manuel Vicente Lander Gallegos y “El GeneralÁngel Francisco Parra guio a Morriña cerca de la veloz Last Time y esa presión trajo como consecuencia que la puntera cediera rápido el primer lugar, pasando la tordilla al primer lugar que conservó al cruzar la meta con margen de 1 ¾ cuerpos sobre Pleasure Night. Fueron 7 victorias en 8 actuaciones, racha interrumpida por Quick Action por menos de un cuerpo. Cerró el año el 13 de diciembre figurando tercera a 1 ¼ cuerpos de Carifana.

 

 

Ya como cuatroañera Morriña continuó obteniendo figuraciones como un segundo a 2 ½ cuerpos de Rite Dancer en la Copa Jesús Lander Guzmán y un tercero a 5 ¾ cuerpos de Kurtosis en la Copa José María Márquez Iragorri (a raíz de la muerte de Don Antonio Algarbe en el mes de febrero, Víctor Urbina se hizo cargo de la cuadra). Fue el 20 de junio de 1987 cuando Morriña se reencontró con la victoria, estuvo persiguiendo a The Mare y la rebasó cerca de los 500 metros finales para venirse adelante hasta la meta pese al insistente acoso de Falkland que llegó a 1 ¾ cuerpos y agenciando 98”4 para la milla. Dos semanas después repitió la hazaña al crecerse en la delantera y logrando una clara victoria en el mejor lote común de yeguas, superando a Faces con 3 ¾ cuerpos y crono de 79” exactos para los 1300 metros.

 

Luego de una sensacional carrera en el Clásico Día de la Armada donde figuró cuarta a un cuerpo de Sátira, la tordilla Morriña respondió a su condición el 25 de julio para ganar la Copa Día del Veterinario conducida por Juan Vicente Tovar, corrió inicialmente en mitad del reducido lote para avanzar contra las punteras en los 300 metros finales pasando entre dos para adelantarse con un cuerpo sobre Tan Bella, dejando crono de 73”1 para los 1200 metros. Corrió tres veces más sin ser enemiga, siendo temporalmente retirada de las pistas por las viejas lesiones.

 

 

Morriña reapareció el 27 de febrero de 1988 con la monta de Juan Bautista Lascano perdiendo una imposible por apenas cabeza ante Histeria. Fue inscrita en la Copa Cañonero a escenificarse el 10 de abril con la monta de Juan Vicente Tovar, pero decepcionó al quedar décima a 13 cuerpos de Great Neige, siendo esta la última carrera de su vida pistera.

 

Morriña logró acumular un total de Bs. 1.729.180 en premios, una cifra que la posicionó entre las yeguas más exitosas de su generación gracias a un total de 31 actuaciones donde logró 11 victorias, 5 segundos, 2 terceros, 3 cuartos y 3 quintos. Al analizar los números de Morriña, podemos observar que su mejor rendimiento se dio en carreras de 1200 y 1300 metros, donde logró la mayoría de sus victorias. Sin embargo, la yegua también demostró su versatilidad al competir con éxito en distancias hasta los 1600 metros. Otro aspecto a destacar es la regularidad con la que Morriña finalizaba en los primeros lugares, lo que demuestra su consistencia y su capacidad para mantenerse en la pelea hasta el final.

 

Fue enviada al Haras Tamanaco para cumplir como yegua madre, destacando por intermedio del campeón Astur (Semental), el selectivo Ares y los ganadores Gobernosa, La Malinche, Quebienteves, Front Morriña, Egua, Roncesvalles y Numancia. Morriña no solo fue una gran corredora, sino también un símbolo de la pasión y el entusiasmo que despierta la hípica venezolana.

 

Fuentes: Apuntes personales, Sr. Juan Macedo, Sr. Víctor R. Marín Y.

 

Anécdotas Hípicas Venezolanas, viernes 31 de enero de 2025

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