Anécdotas Hípicas Venezolanas presenta

Crónicas de Bolsillo

50 ATRÁS, DON VIRGILIO

Por Cristóbal J. Malpica Barráez

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Para 1958, la onda corta de Radio Continente, emisora a la cual ya pertenecía aquel talentoso joven, se emitía con potencia de 5.030 kilo-hertz, lo que permitía a la transmisión de las carreras desde el añejo Hipódromo Nacional de El Paraíso, llegar a buena parte del oído “burrero” argentino.

 

En esta fecha, ya el joven Bachiller Virgilio Decán, venido desde su natal Ciudad Bolívar, lucía su potencia a través de Monitor 590, en directo desde el óvalo capitalino y gracias a la oportunidad brindada por el señor Juan Francisco Rodríguez, digamos “Don Fulgencio”, quien veía en él a la futura estrella de la narración hípica en que llegó a convertirse. Atrás habían quedado sus microfoneadas en aquella primera administración del bolivarense Hipódromo Angostura, por el conducto de Radio Bolívar, finalizando los años 40, es decir, en los años del glorioso Citation en los Estados Unidos. Época de mucho furor hípico en el norte y aquí, por supuesto, con las actuaciones de Caimán, El Hornero, Hypocrite y Sud Oscuro.

 

 

Su inicio, por anuencia del señor Eloy Pérez Alfonso, “Mr. Chips”, se dio en Ondas Populares, y  posterior, la  acogida de “Don Fulgencio” en Radio Continente, ese mismo año.

 

Para el año 1962, el joven Virgilio Decán obtiene su título como Abogado de la República de Venezuela y para 1966 entraba en la televisión, la t.v. hípica, y con esta su primera narración sobre una carrera internacional, un viaje con exclusividad a la vecina isla de Puerto Rico, con motivo del 1er. Clásico Internacional del Caribe. Pero hubo un hecho poco difundido y que realmente  enmarcó a esta presentación. Ocho años antes, el talentoso y emperifollado joven Decán, recibe invitación de parte del gobierno hípico de la República Argentina, quienes ya habían experimentado la sensación espeluznante de su narrativa.

 

Llega la tan ansiada reunión de carreras en el Hipódromo de Palermo, Argentina. Tarde de gala con la escenificación del máximo evento hípico de ese país, el Gran Premio Clásico Internacional Carlos Pellegrini, y su potente voz no se hace esperar y entrega su voz y su habilidad en 4 carreras dentro del marco clásico, afianzando en la mente de cada hípico gaucho, la singularidad de su narrativa. Ya había sido bautizado dentro  del medio radial y televisivo venezolano como “Aly Khan”, y así sería recibido en esa tierra de hípica y tango; así sería conocido en América entera.

 

Aquel año 1958, el importante país sureño había tenido en Manantial otro Triplecoronado, pero esfumada la posibilidad de un Cuádruple-coronado, hecho que se conseguiría al vencer adicionalmente en el Pellegrini de Palermo, aspecto que sí lograría el crack Forli, justo en los meses del Internacional en El Comandante obtenido por Victoreado para el Stud Raga y para toda Venezuela, año 1966.

 

 Año 1958: Aquilino José Mata, Pastor Mujica, "Pancho" Casanova, Virgilio Decán (bastante oscurito), Víctor Figueroa, Juan Martín Pinedo y a 1/2 cpo Francisco D'Ángelo-Franciscote

 

Las cosas marcharon viento en popa para el valioso profesional y narrador venezolano, a tal punto de que, en el transcurso de 1979, viste pumpá y levita en Epsom Downs, Inglaterra, ocasión de transmitir las incidencias del histórico Epsom Derby en su versión 200, temporada de  muchas expectativas, tanto  en los EEU con la posibilidad de un tercer triplecoronado en fila, tras Seattle Slew y Affirmed, en las patas de Spectacular Bid; y en nuestro país por intermedio de Caletero. Ambos intentos fueron fallidos por  una u otra causa, pero la presencia de Aly Khan en Inglaterra si fue significativa y algunos años después se hace presente en el campo de Boloña, en el amplio Hipódromo de Longchamp en París, para traernos en vivo las incidencias del mundialmente famoso Prix del Arco de Triunfo, el de Dancing Brave.

 

Muchas han sido las transmisiones internacionales del Dr. Virgilio Decán en su amplia y notoria trayectoria que le llevó a la producción hípica televisiva y a acumular infinidad de premios resumidos en platino, pero inolvidable esa época de oro de El Paraíso, el desaparecido Angostura y por supuesto, aquella tarde argentina del Pellegrini, en noviembre de 1958.

 

Fuentes: Con Los Nuestros (VTV), Revistas Hipodatos, Turf,  La Fusta (Baúl Hípico); texto: Aquel Hipódromo; Archivo particular.